El pueblo de Yecapixtla tiene un origen muy lejano, existen vestigios que lo llevan hasta el periodo Olmeca como parte de la región Olmeca del Sur, periférico al antiguo sitio de Chalcatzingo. Mas tarde, fue lugar de paso de diversos grupos que peregrinaban del centro a la provincia y de ésta al centro. Los Mexicas conquistaron la localidad que vino a formar parte de los pueblos tributarios de su Imperio y en el siglo XVI, encabezaba una vasta región de tributarios en el oriente del actual Estado de Morelos, denominado la Tlalnáhuac. En la época colonial, formó parte del marquesado del valle de Oaxaca, conforme a la real cédula de donación de Carlos V al conquistador Hernán Cortés, como una de las cinco villas del marquesado
Su posición estratégica entre la provincia del sureste y el centro, la convirtieron en el lugar de paso durante las gestas independentistas, de reforma y revolucionarias; sus pobladores se vieron envueltos en el torbellino de estas guerras. Actualmente, forma parte del Estado de Morelos como uno de los municipios orientales y polo secundario de desarrollo.
Se dice que su toponimia refiere a los hombres de narices afiladas o aguzadas. Se cree que los gobernantes tenían unos chalchihuites atravesados en la nariz, como dice Chimalpain: a honra del diablo. Se dice, también, que proviene del Ehecátl el dios del aire, Ahuac la casa delgada y Tlan lugar que quería decir “el lugar de los aires sutiles”. Se cree que se llamó así porque antiguamente se llamaba Xihuitzacapitztlan y los gobernantes tenían unos chalchihuites en la nariz; según Sahagún, Yecapitzoac era uno de los cinco hermanos del dios de los mercaderes Yacatecutly, lo que parece tener mayor relación con el nombre del lugar y la actividad comercial que se desarrollaba en la comunidad.
Mas tarde, Yecapixtla formó parte de una región probablemente relacionada con Chalco, encabezando una organización regional que comprendía gran parte de las poblaciones del oriente del actual Estado de Morelos.
Existen vestigios que muestran la existencia de grupos Olmecas en la región. Fue área de tráfico de grupos Chalcas y Xochimilcas entre el centro y la provincia.
Hacia el año de 1325, arribaron los Xochimilcas, y más tarde el grupo denominado Tlahuica proveniente de los grupos mencionados en la tira de la peregrinación.
Chimalpain menciona que los Nonoalca al pasar por Chalco fueron mal vistos con su dios Tezcatlipoca, quien maldijo a los Chalcas quienes, por esta ofensa tuvieron que pedir perdón; desde entonces Tezcatlipoca se convirtió en el dios de la región. Chimalpain menciona indistintamente a Yecapixtla como Coyohuacan, dice además, que los pobladores de Coyohuacan aran muchos y que " andaban con aderezo labrados de metal en las narices a honra del diablo ", por eso le llamaron a ese lugar Yacapichtlán: como lo menciona Gutiérrez de Lievana en la relación de Acapistla de 1580. La colocación de la piedra en la nariz era ritual símbolo de poder y gobierno, la religión se desarrolló desde los dioses del Calpulli hasta el dios tutelar de toda la región junto el poder civil y religioso. Las actividades económicas diversificaron a los surgidos entre los personajes importantes de una actividad, cuya eficiencia les permitió adquirir la divinidad; es probable que uno de estos dioses Yecapitzoac, diera el nombre definitivo al lugar, conforme a la actividad importante: el comercio.
El carácter estratégico del sitio, lo convirtió primero en cabeza de la región de la cuenca del río Amatzinac, receptora de los tributos regionales y más tarde, en el centro regional del intercambio comercial, particularmente ganadero. El dios Yecapitzaoc hermano de Yacatecutli, dios de los mercaderes, se apoyaban en el caminar sobre un bastón, muy venerado según decir de Sahagún, al grado de que cuando llegaban a un pueblo a pasar la noche, juntaban las varas en forma ritual.
En la festividad del Panquezalistli, un grupo se dedicaba al comercio relacionado con la captura de esclavos para sacrificar al dios.
El carácter estratégico del sitio y la tradicional enemistad con los Huejotzingas, motivaron e impulsaron la conquista de Yecapixtla a manos de Sandoval, un capitán de Cortés, el 16 de marzo de 1521; los Yecapixtlas ofrecieron una cerrada resistencia militar, sucumbiendo al final y sometidos a una gran carnicería.
Los primeros frailes que llegaron fueron los franciscanos, después los agustinos; al evangelizar a la población juntaron a los dioses del bastón Otlati, el Yacatecutli y San Juan el Bautista.
Hernán Cortés vió con especial interés a Yecapixtla y pone casa allí, tomando tierras entre Mexquemeca y Ocuituco y pone huerto de árboles frutales; conserva el sistema de tributación establecido y en 1525 lleva frailes para evangelizar la región.
Cuando fue por primera audiencia, parte hacia España dejando este señorío en manos del encomendero Diego de Olguín.
Cortés volvió de España en 1529 con la cédula de donación del marquesado del valle; Yecapixtla y sus vecinos estaban entre las poblaciones concedidos al conquistador por Carlos V. Al darse cuenta de las dimensiones, el rey permitió que sus representantes limitaran la merced real de Cortés. Primero, le quitaron Totolapan y Atlatlahucan, más tarde desataron una campaña de retasamiento de tributos entre los sujetos de Yecapixtla y finalmente, cuando es enjuiciado el segundo marqués, esta provincia de la Tlalnahuac cuya cabeza era Yecapixtla, fue secuestrada hasta 1586, cuando le fue restituida.
Entre 1535 y 1540, los padres agustinos construyeron el monasterio de San Juan el Bautista y desde allí atendieron un grupo reducido de oblaciones. El monasterio se convirtió en el centro de la organización colonial regional.
A finales del siglo XVI, el monasterio comenzó a perder descendencia sobre la población a causa del predominio de los seculares y del surgimiento industrial en la región de Cuautla; los vecinos de Yecapixtla, abandonaron el monasterio y se contrataron en las haciendas. De madrugada los días lunes salían a trabajar en las haciendas como peones durante la semana y al atardecer del sábado regresaban al pueblo. Con este motivo, resurgieron organizaciones que atendían las necesidades artesanales de la población.
En la segunda mitad el siglo XVI, bajo el proyecto urbano de Felipe II, se formaron los barrios coloniales de Santa Mónica, San Esteban, San Pablo y la Concepción con los pueblos reducidos particularmente de las tierras del sur. Más tarde Yecapixtla creció con los barrios que hoy conocemos: Mexquemeca, Tlachichilco, Los Reyes, Zahuatlan y la Cruz Verde. Algunos pueblos se resistieron a la reducción. En estos barrios, comenzó a resurgir la religiosidad popular como una de las tradiciones locales; de igual manera en los pueblos sujetos surgieron las propias tradiciones.
Los frailes comenzaron a ceder y el monasterio fue quedando abandonado.
Los llamados títulos primordiales de Yecapixtla, dan cuenta de la lucha por la tierra durante el siglo XVII, la falta de agua en la superficie, evitó que las haciendas se acercaran a la población, pero también impidió su desarrollo; éste fue reforzado por el comercio y la ganadería. La limitación de las tierras de cultivo permitió que una parte de la población, desarrollara los derivados de la ganadería: carnes, cremas y quesos. Las huertas regadas con aguas de Acuapan y el Alcualan proporcionaban las frutas complementarias de la alimentación.
En el siglo XVIII, los padres agustinos perdieron definitivamente el control de la población en manos de los seculares, debiendo ceder su monasterio hacia la mitad del siglo. Las tradiciones populares alcanzaron su mayor florecimiento cuando los clérigos inflamaron los ánimos para despertar los sentimientos de consuelo en la población explotada en las haciendas, sirvieron para tal efecto las festividades de la semana de San Juan y las fiestas de día de muertos, de larga tradición histórica. La llegada del fin de siglo trajo las reformas borbónicas y con ellas las inquietudes libertarias contra España. Los Yecapixtlenses debieron participar en las luchas independentistas, particularmente en el sitio de Cuautla, cuando el padre de Morelos cruzó las seguras tierras de Yecapixtla en el rompimiento del sitio, camino de Ocuituco.
Consumada la independencia del gobierno español, el pueblo se ve relegado de la búsqueda del proyecto nacional y solo tiene esporádicas participaciones cuando se ve amenazado como cuando los plateados azotaron los pueblos de la región. La historia escrita cede el paso a las tradiciones que hacen surgir personajes parcialmente históricos como D. Martín Sánchez Chagoyan, el arriero D. Macario y de igual manera el crecimiento de las mayordomías del Padre Jesús, La Virgen de la Soledad, La Dolorosa, Santo Entierro y otras numerosas devociones que dan origen a las cofradías del Carmen, la Vela Perpetua y mas tarde la de los Adoradores. A finales del siglo, en plena época Porfirísta, Yecapixtla tuvo un breve periodo de auge económico con la llegada del Ferrocarril, el gobierno introdujo la luz eléctrica y el teléfono. Desde todos los pueblos de la región venían de paso con mercancías para embarcarlas en la estación para los mercados de Ozumba, Ameca y la ciudad de México; esto le dio vida a la población. El padre Evaristo Nava, emulando al obispo historiador Plancarte, abre una escuela parroquial donde se forma una notable generación que impulsan las tradiciones. De igual manera este notable sacerdote, busca desarrollar la música y compra uno de los mejores órganos tubulares con que cuenta el Estado de Morelos, aunque semiabandonado y sin mantenimiento. También pone el reloj que hasta la fecha dirige el tiempo del pueblo, aunque le han querido añadir uno de esos relojes electrónicos de "úsese y tírese".
Con las guerras de la revolución de 1910, Yecapixlta se deshabita. Mientras los hombres se enrolan en los diversos grupos militares, las mujeres y los niños se ocultan de varias manera, algunas familias buscan refugio en las barrancas donde estaban los potreros con el ganado, del que obtienen su supervivencia. Algunas ocasiones huyen hacia la ciudad de México amenazadas por algún grupo revolucionario o gubernamental; su suerte de no combatiente era la misma en ambos casos. La población y la economía se arruinó, la mayoría de las familias se desintegraron en este momento; algunas ya no regresaron al pueblo y otras perdieron lazos con los restos familiares dispersos.
Pasado el torbellino de la revolución, los restos de la población comenzaron la rehabilitación del pueblo. Resurgieron los campos de siembra en Xalpa, y en el Ejido localizado al sur de la poblaciones cultivó; el cacahuate, el maíz y el frijol, productos que volvieron a alimentar a la población. Las comunidades se ven atendidas a través de las misiones culturales, programas de salud y programas para el resurgimiento de las artesanías. En este periodo, los historiadores dan a conocer el monasterio y se inicia la investigación acerca de su historia.
El pensamiento liberal había descuidado los valores históricos y morales, hecho que tuvo graves consecuencias, como el énfasis del sistema de mercado de la carne que se sobrepuso rápido a las consecuencias de la revolución e impuso su economía al campo y a la cultura, que fueron desapareciendo paulatinamente.
Así Yecapixtla, a la mitad del siglo XX, tocó a las puertas del desarrollo, sin tradiciones, casi sin historia, desvalorizado y dispuesto a recibir cualquier penetración cultural. Llegó nuevamente la energía eléctrica, una nueva carretera, el teléfono y hasta la banca que pronto huyó ante la deficiencia financiera de la población; al parejo llegaron las estridencias visuales y auditivas que al encontrar una cultura obscurecida, atrajeron a la nueva generación. Así se terminaron tradiciones como las del carnaval; la charrería tan famosa en la región; el mercadeo de los productores regionales; el trueque; el antiguo mercado fue deformado y subastado por un presidente municipal; los bailes tradicionales; las carreras de caballos y las graciosas madrinas se extinguieron mientras una nueva generación adopta nuevos y extraños intereses.
Monasterio Agustino de Yecapixtpa
Vista actual de la Presidencia Municipal
Fecha: |
Acontecimiento: |
1320 |
Imperio Mexica. |
1440 |
Esta
población es conquistada por Moctezuma. |
1521 |
Toma
de Yecapixtla por Gonzalo Sandoval. |
1521 |
Se
le da la encomienda a Diego de Olguín y después se le anexa al marquesado del
valle de Oaxaca. |
1525 |
Evangelización Franciscana |
1534 |
Llegada de los Agustinos. |
1535 |
Construcción del monasterio. |
1550 |
Desarrollo de la traza urbana y
concentración en ella de los antiguos barrios. |
1564 |
Revisión de los tributos. |
1567 |
Secuestro del marquesado por la
corona. |
1580 |
Relación de Yecapixtla. |
1580 |
Se le conoce como una de las
cuatro villas del marquesado de Oaxaca. |
1603 |
Reducción de los pueblos cercanos
a Yecapixtla. |
1630 |
Liberación de los recursos
naturales. |
1750 |
Los pobladores de Yecapixtla,
salen a trabajar en las haciendas de la región de Cuautla, Calderón,
Buenavista, Coahuixtla y Tenextepango. |
1754 |
Secularización del monasterio. |
1810 |
Se agrega la municipalidad de
Yecapixtla con la de Jonacatepec. |
1824 |
Se agrega la municipalidad de
Yecapixtla con la de Jonacatepec. |
1869 |
Se le conoce con la categoría de
municipio al elegirse el Estado. |
1903 |
Creación de la Escuela Parroquial.
Actividad de protección al pueblo
contra los plateados y otras bandas. |
1910 |
Participación en la revolución. |
1911 |
Cierre de la escuela parroquial. |
1923 |
Crea en el municipio las misiones
culturales por el Profr. Juventino Pineda Enriquez. |
1931 |
Se abre la Escuela "José Ma.
Morelos y Pavón" (frente al mercado a un costado del convento). |
1939 |
Funda el Profr. Juventino Pineda
Enriquez la Escuela Primaria "Vicente Estrada Cajigal". |
1947 |
Se funda el Jardín de Niños
"Ing. Domingo Diez" por los Profrs. Juventino Pineda Enriquez, Ma.
Trujillo Morales, Clementina Pineda Trujillo y Ma. del Carmen Pineda
Trujillo. Se inicia la construcción del Jardín de Niños "Domingo
Díez". |
1972 |
Se gestiona la Esc. Sec. Tec.
Agropecuaria #118 por los Sres.
Profr. Emiliano Morales Vergara, Hipólito Morales, Candido Meléndez e
Inocencio Cordova. |
Después de la caída de los ejércitos mexicanos en manos de Sandoval aquella tarde del 13 de marzo de 1521, el pueblo quedo destruido. Cortés hizo casa allí y cuando se fue a España para su autodefensa dejó encomendero; todavía en 1532, Olguín y Solís eran los encomenderos. Entonces, la encomienda ya tenia registrada a los siguientes pueblos: Tlayaque, Tetela, Xalostoque, Tecpanzingo, Axuchapan, Tlatlauco, Totolapan, Xunacatepeque, Zantetelco, Amayucan y Guazongo, agrupación de pueblos que formaban la provincia de la Tlalnahuac que poco a poco se fue recomponiendo hasta quedar los conocidos como "Los catorce pueblos de la Tlalnahuac".
Los primeros frailes que misionaron en la región fueron los franciscanos, los cuales llegaron en 1525 y de allí recorrieron diversos asentimientos.
Podemos suponer que los padres franciscanos atendieron la población hasta la llegada de los padres agustinos en 1534. Estos religiosos y misioneros iniciaron sus labores evangelizadoras en algunas localidades de Yecapixtla como Ecatepec, Tlamomulco, Calalpa, Zahuatlan y Axochiapan y posteriormente se fundaron capillas de indios; más tarde, se levantaron pequeños monasterios cuya construcción, fue suspendida.
Yecapixtla se mantuvo como cabecera tributaria; existe la plaza que la tradición idéntica como la plaza de la tributación, frente al actual palacio municipal, construcción que forma parte del conjunto monástico. Allí llegaban los ricos tributos de los pueblos que hoy forman el oriente del Estado de Morelos.
El monasterio de San Juan, fue construido entre 1535 y 1540; la afluencia de recursos permitió no solo que se construyera en poco tiempo sino también que tuviera una afino acabado, tal que hacia decir a los agustinos con orgullo que "era una de nuestras mejores casas".
El monasterio manifiesta dos trazas arquitectónicas lo que permite pensar que los primeros frailes habían iniciado la construcción de una casa.
El conjunto monástico está construido por el gran atrio en cuyas esquinas están las sobrias capillas llamadas posas; la portería del monasterio que podría haber servido de capilla de indios, que algunos autores localizan en la planta alta sobre la portería donde se encuentra una sala ricamente decorada que podría ser la sala prioral. A través de la portería, se llega al claustro donde están las pinturas murales, gravemente deterioradas, cuya figura contrasta con la sensatez de los muros. El atrio es de una sola planta, cubierta con bóveda de cañón corrido y termina con las pinturas mudéjares; en el centro está la fuente y sobre los muros del oriente y del poniente está el reloj solar. En la planta baja del ala sur, están los que la gente conocía como subterráneos, como dice la tradición, uno de ellos comunicaba a la casa de Cortés, ahora destruida. En la parte alta se encuentra el llamado cañón grande, larga crujía que nos recuerda el destruido monasterio de Tlapa en Guerrero. Al sur del conjunto monacal, está la huerta: el monasterio de Yecapixtla es uno de los pocos conjuntos que todavía conserva su huerta, aunque disminuida en sus plantas y cuya propiedad es constantemente asediada.
El conjunto monacal forma parte de la traza urbana de mitad del siglo XVI, en los cuatro cuadrantes se formaron los barrios de San Pablo, La Concepción, Santa Mónica y San Esteban, todos ellos son sus nombres prehispánicos. A semejanza de Cuernavaca, el asentamiento está protegido por varias barrancas animadas en otros tiempos por manantiales que hoy se encuentran invadidos y con sus cauces contaminados.
Macizos puentes: Xoxocotla, Xalpa, Del Negro, La Tamalera, Tepache, Atiuca y el recién semidestruido Puente Grande o de las Animas cruzan la población y la integran mientras sirven de paso hacia las vecinas poblaciones. En las afueras estaban los campos de descarga y recreo, de siembra y la meseta.
Yecapixtla tiene muchas festividades religiosas que se llevan a cabo con gran esplendor y belleza, entre las más importantes son:
Yecapixtla desde antaño fue una comunidad comerciante, cada jueves se lleva a cabo un tianguis, pero el principal es el último jueves de octubre en el cual se preparan los habitantes para la celebración de muertos. En la actualidad, se le ha dado el nombre de "Tianguis Grande y Feria de la Cecina", a fin de impulsar no solo los productos frutales, sino la inigualable cecina y crema conocidas internacionalmente.
La festividad se inicia y termina con el brinco del chinelo, en el que participan las más diversas comparsas locales e invitadas.
Existe anualmente una feria y exposición ganadera de gran concurrencia nacional e internacional. Durante el tiempo que dura la feria, se llevan acabo eventos culturales de calidad para toda la población; la entrada es gratuita. En la Corraleta se llevan a cabo charrerías y corridas de toros con las mejores ganaderías, en ella se dan cita los mejores montadores de toros de la región y de otros Estados de la República.
El jueves de tianguis grandes, se realiza el gran baile con la presentación de las mejores orquesta y grupos del momento.
En el último día de la semana santa, en el que danzantes penetran al templo y convento de San Juan Bautista en Yecapixtla. Se revuelcan en señal de penitencia y con el mayor respeto al templo salen de él después de la ceremonia y continúan danzando en el atrio. Guardan el orden personajes vestidos de soldados romanos y penitentes con ropas viejas, holgadas y máscaras de diferentes tipos.
Banda de viento y chinelos
Es famosa la cecina de Yecapixtla, se acompaña con queso y crema de Achichipico, los pitos de tzompantli (flores de colorín), la cecina es de res y también de carne de puerco enchilada.
Los atractivos principales del municipio son la vista al convento agustino de San Juan Bautista al que se considera por su grandiosidad e importancia prototipo de monumento del siglo XVI. Resalta el hecho de que tienen todos los elementos como son atrio monumental, capilla posas, capilla abierta, templo monumental y convento, huerta anexa en la que existen añejos árboles de multitud de especies; además se encuentran las iglesias de San Sebastián Mártir, Santiago Apóstol, de la Virgen de Guadalupe, Santo Tomás Apóstol, San Agustín, Nuestro Padre Jesús, Santa Lucía, San Nicolás, San Miguel, Los Reyes, San Marcos, La Santa Cruz, San Pablo, Santa Mónica, La Inmaculada Concepción, Santa Cruz Ecatepec y San Francisco Calapa.
Se localiza el municipio en la región oriente del Estado, se ubica geográficamente en los paralelos 18º 53´ de latitud norte y a los 98º 52` de latitud oeste del meridiano de Greenwich, a una altura de 1,580 metros sobre el nivel del mar.
Colinda al norte con Atlatlahucan y el Estado de México; al este con los municipios de Ocuituco y Zacualpan; al oeste con Cuautla y finalmente al sur con Ayala y Temoac.
Tiene una superficie de 192.33 km2., cifra que representa el 3.42% del total del Estado.
Forma parte del sistema orográfico del volcán Popocatepetl con parte montañosa hacia en norte, con laderas en descenso de oriente a poniente. Las principales elevaciones son del cerro el Yoteco con 2,110 metros de altura, el cerro Boyero de 1,824 metros sobre el nivel de mar y el cerro Mirador con 1,882 metros sobre el nivel del mar.
Los cuerpos de agua del municipio se originan en los escurrimientos que bajan del Popocatépetl, las formaciones volcánicas y de extractos de basalto, hacen que el municipio presente barrancas muy profundas como la propia de Yecapixtla, que nace en el Estado de México, pasa por Zahuatlan y Mexquemeca; esta barranca tiene una cuenca hidrológica muy grande, y se le unen las corrientes de Tetlama o Chalco las que forman el río Cuautla. En la parte sur, es atravesado por la corriente de los arcos de Ortíz, que tienen su nacimiento en el pueblo de Ocuituco, atraviesa el de Yecaxpitla y forma gran corriente de “Malpaso”, también conocida como de la Cuera. Otra corriente es la del Negro, que nace en el municipio de Ocuituco y atraviesa el poblado hasta Huexca.
Las principales barrancas son: Xoxocotla, Atlamaxa, la de Atiuca, de las Animas, la del Tepanche, Xalpa, la Tamalera y la del Remudadero. Existen los manantiales del Chirimoyo, las Pilas, la Tenería, la Mora y Tepetlapa, algunas que hoy se encuentran invadidas por particulares
El clima es húmedo, semicálido con lluvias en los meses de junio a octubre, la temperatura promedio es de 19.6º C. La precipitación pluvial es de 800 a 1000 mm. y acumula volúmenes de 183,113 m3 por año. Yecapixtla, tiene un clima templado con tendencia fría en la parte norte y cálido en la parte sur.
La flora esta constituida principalmente por bosque de pino y encino, así mismo en el municipio existen amates de diversos tipos, casahuates, huamuchiles y en general flora de baja caducifolea.
Solo existen especies menores como insectos, chapulines, reptiles y otros: las especies mayores se han extinguido.
Existen bancos de materiales para la construcción, como de arena, piedra y grava.
Los suelos localizados en el municipio son regosoles, procedentes de materiales no consolidados, débilmente desarrollados y sueltos.
En el municipio se utilizan: 5,768 hectáreas para uso agrícola, 2,636 hectáreas para uso pecuario y 8,707 hectáreas para uso forestal.
En cuanto a la tenencia de la tierra, se puede dividir en: 6,846 hectáreas de propiedad ejidal, 1,213 hectáreas de propiedad comunal y 5,248 hectáreas de propiedad particular.
Existen tierras arenosas donde se produce el camote, la sandia y el cacahuate; tierras arcillosas donde se produce el maíz, el jitomate, calabaza y que vienen siendo sustituidas por el sorgo y barriales que sirven de pasto y de siembra de maíz.